Y cada año la canción se repite. Comienza el verano, la temperatura sube y los incendios aparecen como si nadie los hubiera predicho. Comienzan las críticas por la falta de recursos y la hipócrita admiración por el resultado de unos bosques que, al no ser limpiados, arden ante los ojos de todos. Tanto daquellos que, con el dolor sentido, ven desaparecer su hogar, comodaquellos "arrepentidos" por la falta de acción. Aparecen en los titulares de los informativos de la televisión portuguesa y sus noticias son recibidas con admiración y solidaridad. Se siente el alma de un pueblo afectado por un mal que (no) conoce o no quiere conocer.
Casi se convierte en una hazaña tradicional de la época: casas arden, personas y animales mueren, hay un momento de consuelo y casi como si Continúe con el botón "reproducir" y todo se repite. Es repugnante para algunos, transmite la noción de impotencia que en realidad sólo encubre la falta de acción, organización e incompetencia de quienes deberían hacerse cargo de la situación.
El desastre llegó aún más avanzado el año pasado con la situación de Pedrogão Grande. Nunca hay nadie a quien culpar y por eso la temporada termina con la promesa de un cambio que nunca llega. Y Portugal arde, árbol a árbol, hasta que no queda nada. Y esta vela que nadie apaga extiende su llama llevando familias, hogares y toda la esperanza de una vida que, construida durante años, se desvanece en instantes.
La verdad es que no somos ministros de administración interna. No tenemos el poder ni los medios que nos gustaría. Sin embargo, son las pequeñas acciones las que marcan la diferencia. Sí, juntos podemos marcar la diferencia y dar un paso adelante a favor de proteger nuestro país y nuestros bosques.
Fue en este contexto, en la lucha contra este flagelo, que surgió la iniciativa de < /span>Para todos los teléfonos planta 10 árboles por cada teléfono inteligente vendido. Y se plantaron 2.000 árboles, en colaboración con el Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), en el Pinhal de Leiria.
/span >Contraestemos esta tendencia. No está de más actuar mediante pequeñas aportaciones. Paso a paso, cambiemos de mentalidad. Lo siguiente es limpiar nuestros bosques.
Vuélvete ecológico o vete a casa
Raquel Fernández
Crédito de la foto:macwadu en Visualhunt.com / CC BY-NC
